martes, 29 de marzo de 2011

Cuantas calles, cuantas veces habremos pasado por las mismas calles, en distintas horas del dia, colgando de estados de humor distintos, resonando una risa o una mirada, caminando de la mano, o con el frio en los bolsillos. Cuantos soles y cuanta gente nos habrá visto saltar charcos de agua, mirarnos profundamente, abrazados. Cuantas veces habremos repetido escenas, besos, noches.
Cuantas veces habremos pensado en el futuro, habremos llorado por palabras que duelen, habremos LAMENTADO ERRORES o las nostalgias del pasado. Cuantos actos, puras repeticiones. Puras piezas que encajan en un rompecabezas, pero que encierran tanta magia, que vuelven estas repeticiones en algo tan hermoso. Cuantas sonrisas en un banco, en una vereda, y en fin, puramente la misma sonrisa, que genera el mismo sentimiento, y sin embargo no caigo en la fatalidad de la rutina, al contrario. Tantos actos que me llevan a pensar si realmente la felicidad esta ahí, en todos esos rituales que tanto amo y que me hacen tanto bien.
Y si, la felicidad esta ahí.
Pendo de un hilo, una conexión que me une a VOS.
NO DEJES QUE SE CORTE.

No es facíl llevar uan relación, es como la marea, a veces fluye calma, otras veces feroz choca contra las rocas, se desarma y se hace espuma, para volver a ser agua, para volver a ser lo que era. Otras veces el agua dispersa llega a la playa y ahí queda, solitaria.
Y así el amor fluye, fluctua, se desarma, se encuentra y se pierde sistemáticamente, azotada o colmada por terceros: el viento, el sol, la luna. Las pasiones chocan con nuestros caprichos, elecciones, y así nos movemos, por el borde de un acantilado, siempre a punto de caer o seguir de pir, peligrosamente dependientes del otro, pero son nuestras decisiones finales las que determinan la unión, el porvenir juntos, el futuro de a dos.

Mis favoritas
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