Entre glitter, brillantina y strass, nos maquillamos con mis amigas, entre puchos y cervezas para salir a las calles, para salir a luchar por la igualdad, por nuestros derechos.
Hoy mis amigas me empujaron a una lucha que empezó hace mas de 30 años y de la que hoy desde mi lugar humilde soy parte.
Hacerlo con ellas fue un regalo hermoso, me sentí poderosa, me sentí segura. Mujeres como mis amigas van a lograr el cambio, lo se. Mujeres convincentes, con argumentos, decididas. Que hermoso que es crecer con ellas codo a codo. Esperándonos en ese crecimiento. Son la mano que empuja, son el peso que falta, son ese colectivo a las cuatro de la madrugada que pasa para salvarte, son el menos veinte en la sube.
Espero y deseo que todas tengan las amigas que me tocaron a mi, que elegí algún día entre pijamas partys y pasos de baile y que hoy volvería a elegir una y mil veces mas.
Micaela.