Que te ofrezco sin mal ni medidas mi mareo, mi calma, mi risa, mi ocaso mi manera de curar las heridas mi pasión, mi razón es que estás en mi corazón. Por eso vengo a ofrecerte lo que vivo lo que ando, lo que ves, lo que soy agarra fuerte mi mano que también te la doy. Te ofrezco la historieta en la que cuento todas mis aventuras. Te ofrezco mis locuras y las que quedan por dibujar. Te ofrezco mi cabeza con las ideas que tengo desde que nací, incluso mi memoria para que siempre recuerdes así .
jueves, 2 de mayo de 2013
Y cuando todo el mundo se iba y nos quedábamos los dos entre vasos vacíos y ceniceros sucios,
qué hermoso era saber que estabas ahí como un remanso, sola conmigo al borde de la noche, y que durabas, eras más que el tiempo,
eras la que no se iba porque una misma almohada y una misma tibieza iba a llamarnos otra vez a despertar al nuevo día, juntos, riendo, despeinados.